Mitos sobre la exposición solar y tratamientos cutáneos para antes y después del verano

La exposición solar

Cuidados cutáneos en verano

Con la llegada del calor, la playa y la piscina nos invitan a refrescarnos y solemos pasar bajo el sol más tiempo del habitual. Además, muchos toman el sol para conseguir un deseado bronceado. En esta época es, pues, especialmente importante cuidar de nuestra piel y reducir la posibilidad de sufrir quemaduras, fotoenvejecimiento y otros efectos secundarios del exceso de exposición solar. 

Mitos sobre la exposición solar

La mayoría de cuidados cutáneos son ampliamente conocidos pero existen mitos que nos confunden y pueden tener graves efectos sobre nuestra salud. Desde la Unidad de Dermatología de Clínica Planas, nos desmiente 6 mitos vinculados a la exposición solar:

  1.   No te quemas si estás moreno. FALSO

Moreno y exposición solar El moreno confiere una protección solar ante los efectos nocivos de la radiación ultravioleta pero aun así, tenemos que proteger nuestra piel de la exposición solar,  ya que es posible quemarnos e incluso sufrir cáncer de piel a pesar de estar bronceados. Además, “el moreno no nos protegerá del fotoenvejecimiento, la deshidratación de la piel y otros efectos secundarios del exceso de exposición solar”, afirma la Dra. Schepers.

2.   Está nublado, así que no necesitas crema solar. FALSO

nublado y la exposición solar Aunque es cierto que las nubes nos protegen algo de la radiación ultravioleta, según su densidad permiten que entre un 50 y un 85% de la radiación ultravioleta las traspase, así que ¡no olvides protegerte! Además, si al estar nublado hace menos calor, es posible que nos expongamos demasiado tiempo al sol y esto tenga consecuencias para nuestra piel.

3.   Si estás bajo la sombrilla, no te preocupes por el sol. FALSO

Sombrillas y la exposición solar Es cierto que la sombrilla nos protege de la exposición solar directa, pero dependiendo del material con el que esté realizada, reducirá más o menos la radiación ultravioleta que recibiremos. No debemos pensar que es una protección total. Lo mismo sucede con la ropa, hay materiales como el rayón o el poliéster que protegen menos que el lino o la seda e incluso más que el algodón. La ropa de color oscuro protege más que la de color claro porque ofrecen un factor de protección solar mayor. También es importante saber que si la ropa está mojada su capacidad de protección puede reducirse hasta la mitad.

4.   Si no me mojo, basta con ponerme la crema una vez. FALSO

Bañarse y la exposición solar Debemos aplicarnos crema solar cada 2 o 3 horas porque su protección va disminuyendo con el paso del tiempo. Tras bañarnos también debemos volver a aplicarnos la protección, aunque haya pasado poco tiempo de su aplicación. “Si nos bañamos debemos tener en cuenta que el agua hace efecto lupa por lo que es más posible quemarse estando mojando”, afirma la Dra. Schepers. No obstante, diferentes estudios indican que sí podría ser suficiente una única aplicación siempre que se haya realizado una correcta aplicación de la crema solar. El requisito principal es que la capa de protección sea lo suficientemente gruesa. 

5.   Una crema de FPS 15 protege la mitad que una FPS 30. FALSO

FPS exposición solar Un mayor factor de protección solar (FPS) indica que puedes exponerte más tiempo al sol sin quemarte por la radiación ultravioleta, no una protección mayor durante este tiempo. Por ejemplo, un FPS 15 te protege durante unos 15 minutos y un FPS 30, durante 30, aproximadamente. La aparición de un color rosado en la piel por lo leve que sea ya indica inflamación de la piel y por lo tanto que nos hemos pasado de tiempo.

6.   No es necesario aftersun, una crema hidratante tiene las mismas propiedades. FALSO

aftersun expoisción solar El aftersun tiene propiedades específicas para la piel que se ha expuesto al sol, es algo más que una crema hidratante. “Incorpora tanto componentes calmantes como algunos con efecto antiinflamatorio y regenerativo, además de bajar la temperatura de la piel, aportando sensación de frescor”, afirma la Dra. Schepers.

Tratamientos para preparar nuestra piel para la exposición solar 

Por otra parte, la Dra. Schepers también recomienda prepararse para el verano y a una fuerte exposición solar, con una terapia lumínica de baja intensidad y recuperar la hidratación de nuestra piel mediante la revitalización con antioxidantes y el tratamiento RICH para conservar una piel sana y bella tras los días soleados. La terapia lumínica de baja intensidad confiere una protección solar factor 15, permitiendo una exposición más controlada y segura. El tratamiento de bioestimulación lumínica bloquea los efectos nocivos de los rayos ultravioleta y, tal y como indica la Dra. Schepers, “inhibe la formación de radicales libres responsables del envejecimiento cutáneo”. Este tratamiento estimula las funciones energéticas de las células mediante unos diodos de luz que potencian la creación de elastina y colágeno. En 8 sesiones se consigue una protección solar similar a la que tendríamos si lleváramos puesta una crema de protección solar de factor 15 de forma permanente.

Así mismo, la terapia lumínica de baja intensidad se puede combinar con el Tratamiento de revitalización antioxidante. Se aplicarán sobre la piel cremas antioxidantes individualizadas para cada paciente según sus necesidades. La terapia lumínica aumentará la absorción de estos activos aportándose a la piel un chute de antioxidantes que van a dar una luminosidad inmediata a la piel. El tratamiento de Revitalización cutánea para contrarrestar la pérdida de agua.

 

Y tras el verano, los mejores tratamientos para nuestra piel

Tras el verano, además, es posible recuperar la frescura e hidratación de una piel castigada por el sol. El tratamiento de Revitalización cutánea nos permite recuperar esa luminosidad perdida mediante la infiltración cutánea de vitaminas, minerales, aminoácidos y antioxidantes. Este cóctel de tratamiento se individualiza para cada paciente según las características dermatológicas de cada piel. Este tratamiento hidrata la piel desde dentro, estimula las células para que no pierdan agua tras la exposición solar y, además, rejuvenece el rostro a través de mecanismos de regeneración de la piel, estimulándose la producción de colágeno. Cabe decir que durante las sesiones se aplica una crema anestésica para evitarle molestias al paciente. El tratamiento completo consta de entre dos y cuatro sesiones, dependiendo del estado de la piel.

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