Reducción de pecho

Tratamiento
Los senos de la mujer son, sin duda, uno de los elementos más importantes
de la belleza femenina y el emblema de la maternidad. La valoración
estética del tamaño y configuración del pecho femenino se encuentra
íntimamente relacionada a factores étnicos y culturales, pero en
definitiva, tener unos senos de aspecto aceptable es un deseo normal, por
lo que una alteración en su forma puede tener repercusiones psicológicas
que no deben ser subestimadas.
La hipertrofia mamaria es una afección caracterizada por un aumento del
volumen de los senos por encima de sus proporciones normales. Estas
hipertrofias pueden darse en la pubertad (hipertrofia virginal de la mama)
y entre sus causas figura una hipersensibilidad a las hormonas femeninas. A
pesar de que la piel en las mujeres jóvenes suele ser tónica, la aparición
de esta patología acostumbra a provocar grietas (estrías). En la mujer
adulta, la hipertrofia suele deberse a un aumento del tejido graso que
invade la trama conjuntiva mamaria. Como consecuencia, la mama suele ser
grande, dura, poco elástica y su vasculación precaria.
Estas hipertrofias mamarias llevan a la paciente a alterar su
comportamiento social, condicionando el uso de ropas adecuadas, la práctica
de deportes e incluso llegan a ocasionar importantes complejos,
especialmente en las mujeres jóvenes. El sobrepeso que significa una mama
hipertrófica conduce con frecuencia a trastornos funcionales como dolores
de espalda o alteraciones en la posición de la columna vertebral,
acentuadas por el hábito que suelen tener estas pacientes de adelantar los
hombros para hacer retroceder el tórax y con ello disimular el tamaño de la
mama.
La reducción de mamas o mamoplastia de reducción es una técnica quirúrgica
que tiene como objetivo principal la modificación de la forma y tamaño de
la mama para adecuarla a los requerimientos estéticos y funcionales de la
paciente.
Tiempo de intervención
3 horas
Cama
24 horas
Recuperación
3 días
Anestesia
General
Efecto
Inmediatos
Resultados
Duraderos
En qué consiste
Ante todo debemos tener presente que la cirugía de reducción mamaria es una
técnica que necesita cumplir con todos los requisitos de una intervención
mayor: examen médico previo, anestesia general y, por consiguiente, un
centro especializado con todos los elementos imprescindibles.
Existen muchos procedimientos descritos pero, en síntesis, todos ellos
persiguen dos objetivos fundamentales: elevar la areola y el pezón y
reducir el tamaño de la mama, consiguiendo con ello un volumen, forma y
turgencia lo más perfectos posible con unas cicatrices residuales
disimuladas.
La elección de un modo u otro de intervención dependerá del volumen y
atributos de la mama: altura del pezón, anchura del pedículo de
implantación, su prolongación hacia la axila y la distancia que separa una
mama de la otra en el centro. Según estas características, las cicatrices
podrían ser de tres tipos: una cicatriz alrededor del complejo
areola-pezón; una cicatriz como la anterior más una cicatriz vertical que
iría desde la areola hasta el pliegue submamario; las dos anteriores más un
cicatriz horizontal en el surco submamario, quedando una cicatriz en forma
de T invertida que recorrería dicho surco. La cicatriz resultante es una
fina línea que se disimula muy bien en el pliegue submamario y que es
invisible en ropa interior o traje de baño.
A la salida del quirófano, llevará un vendaje adhesivo especial.
Hospitalización
La estancia postoperatoria es de 24 horas. Antes de darle el alta, se retiran los drenajes y se sustituye el vendaje adhesivo por un sujetador elástico especial.
Anestesia
La cirugía se realiza con anestesia general. La duración de la intervención dependerá de las características de la mama, pero suele llevar entre 2 y 3 horas.
Los beneficios
Este tipo de intervención no se reduce a una simplemente cuestión de estética, sino de salud. Un porcentaje bastante alto de pacientes que se someten a este procedimiento lo hace tras soportar crecientes dolores de espalda durante años. La comodidad también impulsa a muchas mujeres a buscar esta solución. Están cansadas de no encontrar sujetadores cómodos, atractivos o ambas cosas a la vez, y de tener que buscar una modista porque no hallan prendas de una sola pieza en el mercado que correspondan a la desproporción de sus medidas de pecho, cintura y cadera.
Galería
Pre-operatorio
Como en todas las intervenciones quirúrgicas, el examen médico previo es
imprescindible para detectar cualquier posible anomalía que pudiera
contraindicar la operación. Su cirujano plástico realizará una exploración
de las mamas con el objetivo de evaluar la estructura y volumen y
aconsejarle el procedimiento más conveniente para su caso.
Es importantísimo que, antes de la operación, el especialista esté
informado de toda la medicación que toma. La Aspirina puede dar problemas
de coagulación y consecuentemente hemorragias. Según qué medicamentos
pueden ser contraproducentes para la aplicación de la anestesia. El
cirujano y el anestesista le indicarán la pauta a seguir.
Si usted es fumadora y va a someterse a una mamoplastia de reducción,
deberá abstenerse de fumar durante al menos dos semanas antes y dos semanas
después de la intervención ya que el tabaco puede afectar de manera muy
negativa la cicatrización de la herida.
Post-operatorio
Tras la operación deberá permanecer en la clínica 24 horas. A su salida,
llevará como vendaje un sostén tipo deporte que cubrirá los apósitos.
Probablemente tendrá algunos hematomas e hinchazón en la zona operada, y
notará cierta sensación de tirantez y algunas molestias al mover los
brazos. Para aliviarlas, puede tomar analgésicos que no contengan ácido
acetilsalicílico (Aspirina). En caso de dudas o problemas que considere
anormales, debe ponerse inmediatamente en contacto con la clínica.
Es importante no manipular los apósitos que le han sido colocados ni
retirar el sujetador hasta que su cirujano se lo permita. El sujetador
elástico deberá llevarse por lo menos durante un mes y evitar el uso de
sujetadores con aros como mínimo durante los tres meses posteriores.
También debe tomar la precaución de no tocar nunca las heridas con los
dedos ni exponerlas al aire, al polvo o elementos contaminantes.
En los primeros días es útil el drenaje linfático ante la presencia de
edema y de posibles hematomas. Pasados cuatro o cinco días podrá hacer vida
normal, a excepción de ejercicios que repercutan de modo directo en el
pecho. El ejercicio físico puede efectuarse de manera progresiva y gradual
a partir del primer mes.
No podrá mojarse las heridas hasta la retirada de los puntos (transcurridos
unos diez días desde el momento de la operación). A partir de entonces se
iniciará el proceso de tratamiento de la cicatriz, de gran importancia.
Cuando la cicatriz es en T invertida, ésta ya tendrá su longitud y forma
definitivas. Para prevenir que se deforme y lograr un mejor aspecto, es
recomendable el uso durante largo tiempo de láminas de compresión, en la
actualidad de silicona, que se llevan durante el día y se retiran por las
noches, momento en el cual se realizará un masaje suave con cremas
hidratantes y reconstituyentes. Si no tolera la silicona, se aplicará tiras
compresivas de esparadrapo de celulosa. En este caso no se retirarán a
diario, sino que se dejarán por espacio de cuatro a cinco días
consecutivos, tratando la piel del mismo modo antes de cada cambio.
Cuando la técnica se ha aplicado sólo con cicatriz vertical, necesitará de
una primera fase de adaptación y retracción hasta que se consiga la
longitud y forma definitiva. Esto significa que la paciente llevará en este
tiempo -unos dos meses-, un apósito de esparadrapo modelante. Pasada esta
fase, la cicatriz se tratará del mismo modo que hemos descrito para la
cicatriz en T.
Para poder valorar el resultado de una cicatriz, debemos dejar pasar varios
meses. Si transcurrido ese tiempo presenta un aspecto rojizo o pigmentado,
entonces podría tratarse con láser y en algunos casos con
micropigmentación. El cirujano le recomendará los productos y cuidados más
adecuados para su caso particular.
Al igual que en el preoperatorio, insistimos en la gran importancia del
cuidado de la piel puesto que será determinante en el futuro estético de la
mama. Es recomendable no tomar el sol durante el primer mes y no ir a la
sauna hasta pasados tres meses. No hay inconveniente en que viaje desde el
día siguiente de la operación sin olvidar que durante la primera semana
será citada para los controles postoperatorios. La normalidad total suele
alcanzarse entre uno y dos meses según el método quirúrgico seguido.
F.A.Q.
En caso de padecer alguna enfermedad que pueda interferir con el proceso quirúrgico o la anestesia se desaconsejaría la intervención. Es imprescindible realizar un estudio mamario previo con mamografía así como una exploración médica completa.
La mamoplastia de reducción podría estar contraindicada en aquellas personas consideradas grandes fumadoras, ya que el tabaco perjudica la circulación capilar y consecuentemente la cicatrización.
Como cualquier intervención quirúrgica, los riesgos pueden ser hemorragias, infección y complicaciones relativas a la anestesia. En cuanto a la mamoplastia de reducción, aunque el índice de complicaciones de estas intervenciones es bajo, los principales riesgos son:
- Disminución en la sensibilidad del pezón y de la piel de los senos, que puede ser temporal o permanente.
- La cicatriz. Aunque en la mayoría de los casos tiene una apariencia satisfactoria, a veces se necesita cirugía correctiva u otros tratamientos.
- La abertura de suturas, siendo el punto más delicado el de cruce de las dos ramas de la T. En esto influye mucho la tensión a que han sido cerradas y el trato dado a los tejidos, especialmente en el borde de las heridas.
- Pequeñas diferencias de tamaño, forma y situación de senos y pezones que en un número muy reducido de casos requieren una nueva intervención.
- Las necrosis cutáneas, que pueden afectar especialmente a la areola cuando ha sido trasladada a gran distancia, cuando ha sido sometida a tensión o compresión o cuando se trata de un injerto libre.
- La disminución de la capacidad de lactancia. Al tener que desplazar la areola-pezón a cierta distancia de su ubicación inicial, se deben desconectar parcialmente lo conductos galactóforos, lo que puede provocar una reducción de la posibilidad de lactar. Si esto no sucede, la lactancia se llevará a cabo sin ningún tipo de problema.
Mientras las cicatrices no estén del todo curadas, mejor no dormir boca abajo. Además deberá dormir con sujetador durante el periodo en que se usa como vendaje.
La paciente podrá tener movilidad normal a partir del día siguiente, pero no deberá realizar determinados esfuerzos o gestos, como por ejemplo peinarse, hasta que pasen unos días. Lo que sí queda restringido por la intervención es todo tipo de esfuerzo que repercuta directamente en el pecho. Por tanto levantar pesos, cargar maletas o coger al niño en brazos son ejemplos de acciones no recomendables hasta que la cicatrización se haya completado.
La paciente podrá depilarse a la semana de la intervención.
Aunque las cicatrices se disimulan mucho y quedan perfectamente ocultas con el sujetador más pequeño, nunca desaparecerán por completo. Para que el sol no afecte o perjudique la cicatriz, deberá pasar al menos un año.
Hasta la completa curación de las cicatrices, no deberá realizarse los masajes estirada boca abajo, evitando así la presión sobre las mamas. Una vez se le hayan retirado los puntos puede efectuarse masajes siempre evitando la zona de la intervención.
La fiabilidad de las mamografías es la misma. Por cuestión de control recomendamos una a los seis meses de la intervención. A partir de entonces deberá seguir la frecuencia habitual que le marque su especialista.
Depende del tipo de trabajo que realice. Si el trabajo es de despacho o similar, podrá incorporarse al segundo día después de la intervención. Para trabajos que exigen movimientos o esfuerzos que afectan al pecho, como por ejemplo masajista, peluquera, etc., es conveniente esperar que pasen de 7 a 10 días.
Opinión experto
Aquellas pacientes que se someten a la mamoplastia de reducción para solucionar problemas funcionales obtienen resultados muy buenos ya que, al disminuir el volumen excesivo de la mama, se produce una mejoría inmediata en los problemas posturales y dolores de cuello y espalda, lo que repercute positivamente en su estado de salud general. En cuanto a los beneficios estéticos, las mujeres que se han sometido a esta técnica quirúrgica se muestran muy satisfechas ya que proporciona un pecho con una forma armónica y natural acorde con sus expectativas.
Curriculum Entrevista BlogEs una operación muy demandada y no solo por motivos puramente estéticos; el gran volumen de las mamas ocasiona a menudo dolores de espalda, dermatitis en los surcos mamarios y mucha incomodidad. Esta operación les saca a las pacientes literalmente "un peso de encima". Una frase que el cirujano escucha a menudo después de la operación es "ojala me hubiera operado antes".
Curriculum EntrevistaUn pecho joven es, por definición, un pecho elevado, firme y turgente, por regla general no demasiado grueso o amplio. La reducción de volumen proporciona una apariencia juvenil al seno y al conjunto del perfil corporal que resulta muy gratificante para la paciente. Al tiempo que pierde la apariencia pesada, ancha y matronal y las molestias que un volumen excesivo comporta, toda la línea del cuerpo parece cambiar y aligerarse.
Curriculum EntrevistaLa reducción de volumen permite recuperar un pecho elevado, firme y turgente proporcionando una apariencia juvenil al seno. El resultado es muy gratificante, ya que además de la notable mejoría estética, la paciente gana en calidad de vida, corrigiendo las dolencias y molestias que el volumen excesivo le producía, y retomando actividades que antes no podía realizar.
Curriculum EntrevistaAquellas pacientes que se someten a la mamoplastia de reducción para solucionar problemas funcionales, obtienen resultados muy buenos lo que repercute positivamente en su estado de salud general. En cuanto a los beneficios estéticos, proporciona un pecho con una forma armónica y natural acorde con sus expectativas. La paciente ya no estará condicionada al uso de ropa especial y podrá retomar la práctica de deportes que anteriormente no podía realizar.
CurriculumUnos pechos demasiado grandes pueden ser causa de problemas no solo estéticos sino también los debidos a su peso excesivo, como dolor de espalda y de cuello. Las pacientes sienten un gran alivio tras la intervención y pueden retomar actividades como la práctica de ciertos deportes que antes no podían realizar.
CurriculumLa finalidad de la mamoplastia de reducción es proporcionar a la mujer unos pechos más pequeños y con una forma más proporcional al resto de su cuerpo. Además de los beneficios estéticos conlleva una mejoría en la calidad de vida del paciente, ganando en autoestima.
CurriculumEste tipo de intervención no se reduce a una simplemente cuestión de estética, sino de salud. Un porcentaje bastante alto de pacientes que se someten a este procedimiento lo hace tras soportar crecientes dolores de espalda durante años.
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