Tras la temporada estival pueden haber pasado dos cosas: Que hayamos aprovechado el verano para cuidarnos más, hacer más ejercicio físico y haber cuidado nuestra alimentación, o bien nos hayamos dejado ir descuidado el ejercicio físico y el deporte. Os facilitamos una serie de recomendaciones para este segundo puesto.
Hay que pensar en tres conceptos fundamentales: La nutrición, bajo supervisión de un especialista para poder tener una dieta personalizada, en función de las características intrínsecas de cada uno, y de sus rutinas diarias. El trabajo cardiovascular que debe realizarse adecuadamente. Por último es imprescindible el trabajo muscular y se pierde volumen muscular, ya que si reducimos sus capacidades, estamos destruyendo en cierta manera, la maquinaria que tiene el organismo para perder peso.
